En el año 2011, tomé la decisión junto a mi esposo de
retornar al Perú, para apoyar a mi familia y afrontar juntos momentos
complicados para nosotros, como la extradición y el juicio a mi padre. De esta
manera retornamos al país, cuando mi hermana Keiko no ocupaba cargo oficial
alguno, por lo que nadie puede objetar que existieron favoritismos o
aprovechamientos. Así comenzamos, como cualquier otra familia, “de cero”, un
camino arduo, difícil, pero también con mucha ilusión.
|
Sachi Fujimori junto a su padre y hermana |
Mi esposo y yo siempre hemos trabajado honestamente. Él
laboró como ingeniero aeronáutico en Lufthansa Technik por seis años y yo en
una firma de arquitectos en Dubai y Singapur por año y medio. Logramos ahorrar
cierto capital, el que utilizamos al llegar al Perú para emprender proyectos
empresariales. Una de estas inversiones fue la creación de un almacén, Alinsa,
administrado por Arturo Makino.
Estoy orgullosa de ser Fujimori y sé que conlleva una gran
responsabilidad, pero también soy consciente que mi apellido genera en ciertos
sectores odios apasionados e irracionales. Para impedir que puedan generarse
dudas, que serían aprovechadas por estas personas para alimentar elucubraciones
y mentiras, nuestro accionar es siempre transparente.
Es por esta razón que Marc crea la empresa, MSK Servicios,
de la que soy apoderada y la cual cuenta con una participación de Alinsa del
20%. Cabe resaltar que esta empresa está debidamente constituida, contando con
una inscripción en Registros Públicos, SUNAT y el Ministerio de Trabajo;
además, todos sus movimientos se encuentran bancarizados.
Quiero expresar mi indignación ante las mentiras que se
vienen propagando en algunos medíos de comunicación sobre el almacén “Alinsa”,
dando eco a las denuncias infundadas del Sr. Shimabukuro, quien pretende que
asumamos una deuda que es responsabilidad únicamente entre él y la propietaria
del terreno, la Sra. Zuzunaga, como consta en el contrato.
Sin embargo, frases como “almacenes secretos”, “operaciones
irregulares”, “inversionistas engañados por los Fujimori Higuchi” y
“participación inusual de parte de los abogados”, son utilizadas para informar
a la opinión pública, lo que resulta al menos tendencioso y faltan a la verdad.
Mi esposo y yo no somos personas públicas, por esta razón decidimos
en un inicio no realizar declaraciones en los medios de comunicación, pero
debido a las acusaciones falsas que se vienen realizando reiterativamente, me
veo en la obligación de expresar mi sentir en las redes.
Como peruana y mujer, siento indignación por las injusticias
que hemos sufrido. Lamento que existan personas que con gran ligereza pongan en
duda mi credibilidad, la de mi esposo y la de toda mi familia, cuando todo
nuestro trabajo es transparente. Marc y yo nos esforzamos mucho para salir adelante
y no permitiré que dañen nuestro profesionalismo y honorabilidad.
Basta ya de abusos!